Existen lugares que poseen una magia natural, pero también existen otros rincones donde la magia es fruto de la creatividad y de la intervención humana. Un bello ejemplo de esto es la iluminación de la Rue du Mail Street, en París.
Para mí, existen lugares que considero charming places, es decir, emplazamientos bucólicos en los que el encanto del paisaje se adentra en el alma, actuando como musa inspiradora.
Pese a que los colores de tonalidades más claras suelen asociarse a la decoración vintage, es importante rescatar la importancia de aquellos colores sucios que ayudan a resaltar la sencillez, la naturalidad y el minimalismo.