
Pese a que los colores de tonalidades más claras suelen asociarse a la decoración vintage, es importante rescatar la importancia de aquellos colores sucios que ayudan a resaltar la sencillez, la naturalidad y el minimalismo.
Un color sucio es aquel color oscuro cuya saturación no le permite ser un color puro, pero esto no le convierte en un color triste y apagado, sino que, bien combinado, sirve para destacar la elegancia, sobriedad y delicadeza de un ambiente.